Guía práctica para grabar una locución publicitaria profesional
Introducción
La voz es mucho más que un vehículo para transmitir información: es el elemento que define cómo una marca “suena” frente a su audiencia. Una locución bien producida transmite confianza, emoción y cercanía; mientras que una mal ejecutada puede sonar plana, poco profesional y, en el peor de los casos, desconectar al consumidor.
En Rombos Sound Studio, después de años trabajando en grabaciones publicitarias para sectores como consumo masivo, banca, telecomunicaciones y cultura, hemos aprendido que el éxito de una locución no depende solo de la voz, sino de todo el proceso: desde el guion hasta la mezcla final.
Paso 1: Definir el propósito y el tono de la voz
El primer paso es responder a una pregunta clave: ¿qué queremos que sienta la audiencia?
Por ejemplo:
- Una marca de café puede necesitar un tono cálido y cercano, evocando familiaridad y confort.
- Una aseguradora puede requerir un tono seguro y firme, que inspire confianza.
- Un festival de música, en cambio, pedirá una voz enérgica y juvenil, que active la emoción.
👉 Aquí es donde entra la dirección de intenciones. No basta con decirle al locutor “leé el texto”; se debe indicar cómo transmitirlo.
Ejemplo de guion con intenciones marcadas:
“Descubrí el nuevo sabor que te acompaña cada mañana (con sonrisa en la voz, tono cercano).
Porque la vida está hecha de pequeños momentos (pausa breve, tono reflexivo).
Y este, sin duda, va a ser uno de tus favoritos (énfasis final, energía ascendente).”
Paso 2: Preparar un guion pensado para ser hablado
Un texto de locución debe fluir al oído. Eso significa:
- Frases cortas, fáciles de respirar.
- Lenguaje natural, evitando tecnicismos innecesarios.
- Marcaciones de pausas y énfasis, que ayudan a guiar la interpretación.
Ejemplo de mala redacción:
“Nuestra empresa, fundada hace más de 30 años y comprometida con la sostenibilidad ambiental, ofrece soluciones financieras de alta gama diseñadas para mejorar la vida de las personas.”
Versión optimizada para locución:
“Hace más de 30 años, empezamos un camino con un propósito: cuidar el ambiente y ayudarte a crecer. Hoy, seguimos creando soluciones financieras que mejoran tu vida.”
Paso 3: Grabar en un entorno profesional
La interpretación más brillante puede arruinarse si la grabación no tiene la calidad adecuada. Por eso, en cada sesión de locución cuidamos tres factores clave:
- Micrófono adecuado a la voz: no todas las voces responden igual a todos los micrófonos. Un tono grave puede brillar con un micrófono tipo Neumann, mientras que una voz brillante puede equilibrarse mejor con otro modelo.
- Cabina tratada acústicamente, libre de reverberaciones o ruidos de fondo.
- Dirección activa durante la grabación, corrigiendo detalles como ritmo, claridad en palabras o intenciones.
Paso 4: Edición y procesamiento de la voz
Aquí es donde la voz cobra su carácter final. El proceso incluye:
- Limpieza de ruidos y respiraciones: manteniendo naturalidad sin distracciones.
- Ecualización: realzar presencia sin perder calidez.
- Compresión: asegurar uniformidad en volumen, evitando picos que incomoden al oyente.
- Mastering final: adaptar la voz a su destino (radio, TV, redes, podcast, etc.).
Ejemplo auditivo:
Una voz sin procesar puede sonar lejana y desigual. Tras el tratamiento profesional, la misma frase suena clara, cercana y lista para destacar sobre música y efectos.
Paso 5: Integración en la mezcla final
La voz no debe competir con la música, sino complementarla. En muchos proyectos utilizamos técnicas como:
- Sidechain suave, para que la música baje levemente cuando entra la voz.
- Paneo y profundidad, para crear un espacio natural donde la voz sea protagonista.
- Pruebas en distintos dispositivos, asegurando que se entienda tanto en audífonos como en altavoces pequeños de celular.
Una lección clave de la experiencia en Rombos
En varias campañas hemos visto que la diferencia no está solo en el locutor, sino en cómo se dirige y produce la sesión. Una indicación precisa como “sonríe con la voz” o “hacé una pausa antes de la última frase” puede transformar por completo el impacto del mensaje.
Conclusión
La locución publicitaria profesional no es un simple trámite: es una construcción estratégica donde el guion, la interpretación y la técnica trabajan juntos para darle a la marca una voz única.
Cuando se cuidan todos los detalles, la voz no solo comunica, sino que emociona y permanece en la memoria.











